Inauguración del Centro Cultural Guadalupano.
Jueves 13 de Julio de 2017
El jueves 13 de julio, a las 17.30 en
la calle Bartolomé Mitre 1721 de la ciudad de Buenos Aires se presentó el libro
"Madre de la Misericordia", del padre Alfredo Sáenz SJ, publicado por
Ediciones Gladius. La presentación estuvo a cargo del presbítero Luis González
Guerrico, quien entre otros conceptos manifestó:
"En el espíritu de
‘Misericordiae vultus’, la bula que convocó al Jubileo de la Misericordia que
concluyó a fines de 2016, el padre Sáenz ha querido realizar su aporte considerando
en este trabajo la misericordia divina en relación con la Madre del Dios de las
misericordias, por la que ésta engendró al Verbo Encarnado, madre, por tanto,
de la misericordia divina, de la misericordia hecha carne. Porque el Verbo, al
hacerse carne 'se hizo misericordia'”.
El padre Sáenz desarrolla la
idea de la colaboración de la Virgen en la Redención ayudando a restaurar lo
que se perdió en el paraíso terrenal, "de Eva a Ave", presentando a
la Misericordia Divina sirviéndose de María Santísima para lograr su propósito
salvador. Invita el padre Sáenz a abandonarse en la protección amorosa de la
Madre y concluye con una muy devota consideración sobre la Virgen Santísima y
la Eucaristía."
Asímismo el libro trata del
Primado de la Misericordia y del abandono en manos de María, omnipotencia
suplicante.
El autor del libro hizo suya
la oración que Dante atribuye a San Bernardo y que recitó en traducción de
Angel Battistessa.
Oh Virgen Madre, hija de tu
hijo,
Más que toda criatura humilde
y alta,
término fijo de un designio
eterno,
Tú eres aquella que a la
especie humana
ennobleciste tanto, que su
autor
no desdeñó hacerse su
hechura.
En tu vientre el amor prendió
de nuevo,
por cuyo ardor en una paz
eterna
así esta flor en tierra ha
germinado.
Aquí nos eres meridiana
antorcha
de caridad, y abajo, entre
mortales,
les eres de esperanza fuente
viva.
Mujer, eres tan grande y tanto
vales,
que el que quiere una gracia y
no te implora,
quiere que su desear vuele sin
alas.
Tu benignidad santa da
socorro
no solo a quien lo pide,
muchas veces
liberalmente a ese pedir
precedes.
En ti piedad, en ti
misericordia,
en ti magnificencia, en ti se
aúna
todo cuanto es bondad en la
creatura.
Seguidamente se realizó la
inauguración formal del Centro Cultural Guadalupano. El doctor Rafael Breide
Obeid dijo que el Centro Cultural era un viejo anhelo de muchos amigos y que
tenía por objeto dar testimonio de la verdad, ser un punto de encuentro para la
cultura católica nacional e hispánica internacional, y defender los principios
del orden natural y sobrenatural.
Por ello se ponía bajo la
advocación de la Virgen de Guadalupe, Emperatriz de América, la primera de las
grandes apariciones de la Madre de Dios en la época moderna, causa e
inspiración de la integración cultural católica donde se unió la vieja
tradición greco-romano-hispana con la de los pueblos prehispánicos, en una
nueva raza espiritual.
Respecto de las actividades
que llevará adelante el Centro, el doctor Breide Obeid manifestó que tomó como
inspiración una inscripción atribuida a Alfonso X el sabio,que estaba en un
azulejo de la chimenea de Juan Carlos Goyeneche (1982+) director de la famosa
revista “Sol y Luna”, y gran impulsor del movimiento hispánico, que decía:
Viejos libros para leer; Viejos vinos para tomar; Viejos leños para quemar;
Viejos amigos para conversar.
Este texto forma el programa
del Centro.
Viejos libros para leer es el
objetivo de la “Librería Imagen y Palabra” a cargo de José Posse. Viejos amigos
para conversar, será la Sala de Reuniones que se inaugura con esta magnífica
presentación, donde se realizarán cursos, presentaciones de libros de buenas
editoriales, exposiciones de obras de arte. Viejos vinos para tomar, será la
institución por ahora del café literario, que quiere recordar a la Posada del
Fin del Mundo de Chesterton, o la Taberna del Viejo Velero del propio
Goyeneche. Viejos leños para quemar debe ser el fuego de la amistad y de la
caridad cristiana que debe alimentar y reunir a todos los demás.
Luego se leyeron adhesiones
nacionales e internacionales, dentro de las cuales se destacan las de Miguel
Ayuso de Madrid, y la de Juan José Leaño de Guadalajara.
Acto seguido el presbítero
doctor Luis González Guerrico procedió a bendecir la sede con lo cual quedó
inaugurado el Centro Cultural Guadalupano, con la Librería “Imagen y Palabra”
funcionando y el Centro de Conferencias. “Gracias al apoyo de un benefactor
mejicano, el señor Juan José Leaño, que facilitó el local, y del licenciado
Gustavo Breide Obeid que colaboró con el equipamiento y la instalación,
inauguramos este Centro, cuyo asesor espiritual será el padre Sáenz”, manifestó
el padre González Guerrico.+